martes, 15 de junio de 2010

La Historia de despojos se Repite

Los recursos naturales en el entero planeta han sido derrochadas por pequeñas minorías. En Europa, Asia, África, Oceanía y América. Si repasamos la historia de la evolución del hombre, el mas fuerte y mas ambicioso ha dominado y expoliado a los mas débiles. Hay hombres que viven a expensas de los demás  y también naciones que se nutren de los recursos de las otras mas débiles.

En el caso del Perú la historia del entreguismo de los recursos naturales se ha convertido en una práctica vergonzosa: El salitre, los minerales, la pesca, el petróleo, el gas y las tierras.

El gobierno de turno haciendo caso omiso, a la oposición manifiesta de las comunidades nativas, viene regalando a precios irrisorios miles de hectáreas de bosques de la selva peruana a diversas compañías petroleras. El precio pagado no representa mínimamente ni siquiera el precio de uno solo de los árboles  abatidos para levantar un campamento petrolero. Y el precio es mucho más,  si estos territorios son calculados en sangre que los nativos tienen que derramar al defender sus milenarias tierras que siempre les han pertenecido y que son el medio de su subsistencia. Los nativos mediante el sabio manejo de los bosques lo han sabido  mantener. Desde que llegaron los conquistadores de América han pasado quinientos años  y casi doscientos años desde que se creo la república en 1821, en cambio la posesión de las tierras amazónicas por las sociedades nativas  supera varios  milenios. Todas las legislaciones preparadas en relación al tema han sido hechas con el claro objetivo de despojarlas del derecho de propiedad del territorio que ocupan a las comunidades nativas. El  uso que se le de a la "Ley de Consulta" nos dará la razón

Decíamos que el entreguismo no es una novedad, ya en décadas anteriores sucedió lo mismo  con las tierras de los andes y la costa cuando se la regalaron a los hacendados que sometieron al campesinado  a las mas salvajes condiciones de servilismo. Condiciones que alimentaron la violencia estructural de la que hace un par de décadas ha costado demasiada sangre a la sociedad peruana. El gobierno de turno fue protagonista y responsable de muchas violaciones de los derechos humanos y al parecer se ha convertido en el modo de actuar que lo confirman los hechos de Bagua. Después de pasado un año, en lugar de admitir su responsabilidad   siguen culpando a los nativos por lo sucedido. No se puede regalar toda la Amazonia por un puñado de dólares en nombre del mal llamado desarrollo. A no ser que desarrollo se entienda como despojo de la propiedad de la tierra a las sociedades nativas, y con ello se les obligue a ser los peones y asalariados de las empresas del petroleo o  a migrar masivamente a las ciudades donde vayan a engrosar la ya numerosa clase de desposeídos.

Un discurso coherente de desarrollo puede ser viable cuando sea planificada, organizada y  ejecutada con la participación activa de las comunidades nativas  para beneficio directo de ellos en primer término y del resto de la sociedad peruana. Pero para ello muchas de las concepciones actuales de propiedad, de formas de gobernar, de democracia, etc, necesariamente tendrían que cambiar y como el estilo de gobernar de los gobernantes de turno, es contrario, seguramente insistirán en que el exterminio de las sociedades nativas en aras del mal llamado progreso se justifique. ¿Cuánto por ejemplo del canon petrolero se ha invertido en una obra aunque sea pequeña en una comunidad nativa?, la respuesta a esta pregunta muy sencilla pinta de cuerpo entero el entreguismo las intenciones de despojo que enmascara a los gobernantes.

No permitamos que la historia del entreguismo y el despojo se repitan.

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