sábado, 4 de julio de 2009

Panki y el Guerrero


El pueblo Aguaruna estaba atemorizado por la enorme panki (anaconda o boa) que habitaba la cocha de aguas negras. A pesar de su temor , los nativos , se habían habituado a pelear con ella haciendo uso de sus arpones y flechas. Al menor descuido hombres y animales eran tragados por la hambrienta bestia que no se hartaba de tan apetitoso festín. Ningún arma era eficaz para vencerla.

Fue en estas circunstancias que llego al pueblo, Yacuma, un bravo y astuto guerrero, lucía en su pecho, tal como lo demanda el rito aguaruna, la cabeza reducida de sus enemigos vencidos por su fuerza y valentía.

Yacuma se armó con un filudo cuchillo y fue a a la orilla del lago para luchar con la panki. Usando su astucia se acorazó con una olla especial alrededor del cuerpo y otras mas pequeñas alrededor de los brazos. Blandía el cuchillo con destreza. La boa al verlo, la engulló en su enorme boca. El guerrero se sintió feliz de que su estrategia haya resultado.

Una vez dentro, Yacuma se movió por las entrañas de la bestia, hasta llegar al corazón y le clavo el cuchillo reiteradas veces. La bestia se retorció mortalmente , se desangró tiñendo de rojo las aguas y agonizo por mucho tiempo. Yacuma rasgó el cuerpo y la piel de la serpiente y se lanzó a la aguas y nadó con destreza para ganar la orilla de la cocha.

Lamentablemente el guerrero murió a consecuencia de los líquidos mortales del metabolismo de la panki con los que la empapo al engullirla . Pero murió feliz y con los honores del indómito guerrero que libera a su pueblo de la mas terrible amenaza de la panki. Su hazaña es el mas bello recuerdo que se transmite de generación en generación.
Resumido de: Fabulas y Leyendas Americanas
Leyendas Amazónicas

Autor: Ciro Alegría

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